Sunday, December 11, 2011

Mu


1 - THE LOST CONTINENT OF MU: The Motherland of Men (Editada en 1.931)

En tiempos inmemoriales existía en el Océano Pacífico un extenso continente cuyo centro se encontraba situado un poco al sur de Ecuador. Este continente se llamaba MU. A juzgar por los vestigios que permanecen hoy en la superficie de los mares, su superficie cubría aproximadamente 10.000 km de este en oeste y alrededor de 5.000 km de norte al sur. Todas las islas del Pacífico, aisladas o en archipiélagos, formaban antes parte del continente de MU, devastado hace aproximadamente 12.000 años por un cataclismo. Terremotos y erupciones volcánicas destruyeron toda una civilización y las aguas del Pacífico absorbieron a toda una población, cifrada en 60 millones de habitantes. Las Isla de Pascuas, Tahití, las Samoas, las Islas Cook, las Tongas, el archipiélago Marshall, las Gilbert, las Carolinas, las Marianas Hawai y las Marquesas son todo lo que queda de este inmenso continente cuya existencia se confirma por innumerables leyendas indias, chinas, birmanas, tibetanas y camboyanas, así como por tablas, inscripciones y símbolos descubiertos en el Yucatan y en Centroamérica o en las islas de Oceania, sin hablar de los vestigios prehistóricos de Norteamérica, de las obras de los filósofos de la Grecia antigua y las inscripciones egipcias. Todos estos escritos prueban que este gran continente existió y que fue allí donde el hombre hizo su aparición sobre la tierra, hace 200.000 años.

El continente de MU era el jardín del Eden de la Bíblia. Durante su destrucción, su población era extraordinariamente civilizada y sus progresos científicos sobrepasaban los conocimientos actuales, lo que no es sorprendente, puesto que este pueblo tenía 200.000 años de experiencia, mientras que nuestros principios científicos apenas se remontan que a 500 años atrás. Las grandes civilizaciones de los antiguos imperios orientales, Babilonia, la India, Egipto etc... no fueron más que los últimos fuegos de la civilización de Mu, sus hijos que murieron.

Distintos vestigios son aún visibles hoy día como prueba de la existencia antigua de un continente perdido y entre ellos, uno de los más destacables es el de Tongatabu, un pequeño atolón de coral que pertenece al archipiélago Tonga. No hay la menor parcela de piedra sobre la isla y con todo se encuentra un inmenso monumento de piedra con forma de arco compuesto de dos pilares que pesan cada uno 70 toneladas, conectados por otro de cerca de 25 toneladas. Como no hay piedra sobre la isla (es un atolón de origen coralino) y que las islas más cercanas se encuentran a más de a 200 millas, uno se puede preguntar qué buques de los hombres de aquella época podían transportar tal masa de piedra.

James Churchward enumera así en su libro "Mu el continente perdido" una larga lista de vestigios titánicos que sólo representa, con todo, una parte de lo que se puede encontrar en las islas del Pacífico. Ante estas pruebas tangibles, pruebas innegables de una arquitectura avanzada y, por lo tanto, de una civilización avanzada, sólo se puede concluir que en un momento dado de la historia de la tierra, existió un extenso continente en medio del Océano Pacífico que abarca a todos los grupos de islas sobre los cuales se pueden encontrar vestigios antiguos y que este continente conocía un alto nivel de civilización.

« El continente perdido de Mu »

Este libro puso por escrito la teoria de Churchward : El excéntrico coronel nunció la preexistencia de un supuesto e inmenso continente perdido llamado Mu (tierra madre, después también llamado Lemuria), situado en el Océno Pacifico y centrado justo al Sur del Ecuador; que habría desaparecido hace millones de años y cuyos habitantes poseían características muy particulares. El continente era una enorme masa terrestre que cubría casi la mitad del océano Pacífico, se extendía desde alguna parte al norte de Hawaii, hasta el sur en las islas Fidji y Pascua, de más de 5000 millas (8,045 Km.) de amplitud de este a oeste, una tierra paradisíaca y tropical que se extendía a largo del sur del océano pacífico (entre América y las regiones comprendidas entre Asia y Australia), y más de 3000 millas (4,827 Km.) de longitud de norte a sur, (desde los Estados Unidos hasta Suramérica / Asia-Australia). Estaba integrado por tres superficies terrestres divididas entre si, por estrechos canales o mares, y poblado por los primeros seres humanos, que habían aparecido en Mu 200.000 años antes, desarrollándose para convertirse en una raza evolucionada de aproximadamente 60 millones de seres repartidos en diez tribus, la primera civilización del planeta (que existió antes y durante el período de la atlántida). Este vasto continente y su cultura eran el centro de la civilización hace unos 25.000 años y su historia fecha 200.000 años atrás.

Explicaba el coronel que habia tenido noticia de Mu por primera vez en la India, durante el hambre de 1866. Un viejo sacerdote hindú le había enseñado el nacaal, el lenguaje más antiguo que la humanidad haya articulado. Gracias a ello pudo descifrar la historia de Mu en unas vetustas tablillas de piedra escondidas en el templo del sacerdote. Según las tablillas, el hombre primitivo apareció en Mu hace dos millones de años y los habitantes de Mu eran los maestros y protectores de sus primos menos civilizados. Entonces el continente fue totalmente destruirlo por un cataclismo. Hubo, no obstante, algunos supervivientes, de los humanos primitivos surgieron las razas que actualmente habitan el globo y los habitantes de Mu abandonaron el continente y se dispersaron, de ahí se podría justificar que existan las armaduras de las diferentes tierras místicas, como las de Asgard, bajo el mismo concepto de piezas ensamblables en una sola figura y así.

Así, es gracias a Churchward que podemos añadir al continente de Mu a la galeria de mundos hundidos que han hecho soñar a los hombres. Mucho se ha hablado acerca del desaparecido continente de la Atlántida y su posible ubicación dentro del orbe terrestre, pero muy pocos saben acerca de la existencia de este otro continente, no en el Atlántico, sino en el Pacífico y en el cual surgió verdaderamente la humanidad y el cual es también conocido como el reino de Mu, o Lemuria, lugar que fue la cuna de la humanidad y la sede de una civilización floreciente, muy avanzada tecnicamente y espiritualmente.

Fundado en plena era terciaria, este llamado "Imperio del Sol", que extendía su dominación sobre un número de pueblos antiguos, conoció su apogeo hace 30 ó 50.000 años. Hasta que 12.000 años antes aproximadamente un cataclismo lo destruyó, Mu fue sacudido por una serie de terremotos, una importante erupción volcánica, seismos y maremotos, que destruyeron la totalidad del continente, y despué fue totalmente destruido por el hundimiento de bolsas de gas situadas bajo el suelo. Las olas cubrieron un abismo de fuego y Mu desapareció de la superfície del océano exterminando la casi-totalidad de los habitantes, cincuenta millones de millas cuadradas se hundieron en el fondo marino.

Los supervivientes emigraron a otras tierras, así surgieron culturas como la Atlántida, Sumérica, Egipcia, Maya y Griega (también se dice que la Atlantida fue una colonia de Lemuria al igual que el Tibet). Churchward declara que la evidencia de la existenca de Mu se encuentra en las leyendas y objetos de los antiguos Griegos, Egipcios, Mayas, Trogloditas de America del Norte, Chinos, Birmanos, Tibetanos, Camboyanos y pueblos de las islas del Pacífico. De hecho Churchward basó la ubicación del continente en los archipiélagos e islotes rocosos que quedaron sobre la superfície del Océano Pacífico. La isla de Pascua y las principales islas polinesias, Tahiti, Islas Samoas, Cook, Tongas, Marshall, Gilbert, Caroline, Marianas, Hawaii y las Marquesas, son los últimos vestigios de Mu que subsisten; allí es también donde se refugió una parte del pueblo de los Muviens, del cual los Polinesios son los descendientes directos, mientras que los otros partieron hacia América central o el Sureste de Asia.

Las islas de Nueva Zelanda y la multitud de islas del Pacífico son mesetas o cumbres de los picos y cordilleras más altos del sumergido continente, como las Islas Fidji, Hawaii, la Isla de Pascua, algunas áreas de Los Angeles.... Hay vehementes indicios que la costa oriental de Lemuria estaba lo bastante cercana a Norteamérica para que muchos lemures pasaran a habitar estas tierras mucho antes del hundimiento del continente. Existen numerosos estudios geológicos que nos indican la existencia de este continente en el Pacífico y cuyos "límites" están hoy día unidos o más bien forman parte de lo que es California y otras tierras cercanas de los Estados Unidos. De las investigaciones realizadas acerca de la naturaleza del Pacífico y de la flora de sus islas y de su fondo, se infiere que el continente lemuriano era probablemente tanto o más extenso que la actual América del Norte. Abarcaba desde los 0º de latitud Sur a los 40º ò 50º de Latitud Norte, y desde las cercanías de Norteamérica a la proximidad de África.

Churchward recreaba así el esplendor y juicio de "El jardín del Eden", un mundo antidiluviano escondido, la historia bíblica e la creación procede no de las gentes del Nilo o el Valle del eufrates sinó de este continente sumergido bajo las aguas, Mu – La Tierra Madre del Hombre.

Churchward dijo que sus afirmaciones se basaban en un vasto conocimiento de la ciencia, arte antiguo e historia, mitología y ocultismo, Las tradiciones y los simbolos sagrados de Mu se encuentran en varias partes del mundo que ataño estuvieron bajo su dominación Su transmisión fue asegurada por una cofreria sagrada llamada los Naacals, que poseían su propia lengua secreta; las materias científicas de su trabajo se basaron en información secreta que había obtenido mediante análisis de alfarería antigua y las traducciones de ciertas tablas de piedra escritas en lengua hierática, que descubrió escondidas en la India en 1868 cuando servía a la armada inglesa, y que le habían sido reveladas por un sacerdote Hindú, uno de los últimos depositos de su sabiduria, guardadas en unas tablas, descibrandolas descubrio toda la historia y religion del continente desaparecido, afirma que las tabletas fueron escritas o en Birmania o en Mu, el continente perdido, y su edad extrema fue atestiguada por el hecho de que la historia legendaria dice que los Naacals dejaron Birmania más de 15.000 años antes. Algunos de los temas incorporados a estas tabletas son: una cuenta de la creación de la tierra; vida y su origen; los funcionamientos del origen NAND de las fuerzas.

Chruchward fue apoyado por el célebre arqueólogo americano Harold Hadley Copeland. Este último pretendia haber traducido las inscripciones gravadas encontradas sobre una serie de 12 tablas de jade negro descubiertas en algún lugar de la llanura de Tsang, en Indochina. Copeland pretendia que las inscripciones eran de "hieratico Nacaal", alto lenguaje del antiguo Mu. Escritas originariamente por el mago Zanthu y que fueron encontradas en su tumba, las tablas mostraban la historia parcial del continente perdido de Mu situado en el Pacifico. Estas describían detalladamente el culto de las diverses divinidades de Mu, que comprendían a Therifuge, Karnala y Shakalatal. Otros pasages hacían alusión a la existencia de seres llamados los "Dero" y "Vhujunka", servidores del panteón de las divinidades de Mu. Copeland se apoyó igualmente sobre Augustp Le Plongeon, un físico francés del siglo XIX, que visitó las ruinas Mayas en el Yucatan. Le Plongeon declaró que los Mayas y los antiguos egipcios eran descendientes de los "pueblos de Mu". Asimismo, el Dr. Javier Cabrera descubrió esculpidos en tablas de piedra Pre-Inca en Ica (Peru), mapas detallados de los continentes perdidos de Mu y Atlantis.

Pero Churchward no mostró nunca tablas para provar su descubrimiento. Explicaba que sus investigaciones eran fruto de estancias catalépticas en vidas anteriores. Ésta es la historia de la búsqueda de Churchward's del continente perdido, de las cámaras acorazadas del templo indio a las cuatro esquinas del mundo. Remontar leyendas, las historias, las tradiciones y las tallas de la piedra de civilizaciones más antiguas, Churchward demuestra que todas contienen referencias a un elemento altamente avanzado, una civilización anterior de la cual ellas remontan sus leyendas y herencia. ¿Realidad, Mito, Leyenda, Farsa?, el tiempo inflexible llegará a explicarnos esta cuestiones. El autor pasó 50 años uniendo piezas para concebir la historia de la civilización perdida de Mu. Lo que si sabemos es que sus cuatro libros sobre Mu son calificados generalmente como novelas de ciencia-fiction.

2 - THE CHILDREN OF MU

En este segundo libro, Churchward cuenta la historia de la expansión colonial de Mu y la influencia de la avanzada cultura de Mu en posteriors civilizaciones del resto del mundo, la verdadera historia d elos pioneros de Mu. Sus primeras colonias se ubicaron en el Norte de América y Oriente, y luego en otras partes dle mundo. India, Egipto y Yucatan son testimonio del legado de esta gran civilización.

Churchward relaciona a Lemuria con los antiguos Mesopotamios y egipcios, Birmania y Camboya (sobretodo con su templo de Angkor), los Nagas de la India, los Mayas de Yucatan, los vestigios de Tihuanaco en la cordillera de los Andes, los Indios del sur y oeste de los Estados-Unidos, los pueblos de Oceania… Por todas partes encontramos pistas de la llamada Madre Patria : Mu simbolizado por la cifra 3 (el continente habría estado formado por 3 bandas de tierras casi paralelas), con las referencias " Tierras del Oeste " o " Pais de las Almas ", por un rectángulo que en su antigua escritura hieratica representaria la letra M ; las Cuatro Grandes Fuerzas Sagradas, bases de las creencias cientifico-religiosas de los Muvianos, representados por la cruz, la svastika o el círculo alado, o por una linea rota compuesta de 4 segmentos dispuestos en espiral (letra H de la escritura hieratica) ; el sol, emblema del imperio muviano. Descifra en los nombres del dios egipcio Râ y de la divinidad hinduista Rama el eco del titulo que llevaba el gran rey de Mu : Ra Mu, y afirma incluso que el alfabeto griego (alpha, bêta, gamma, delta, etc.) no es nada más que un recito de la sumisión a Mu. El Imperio Maya habría sido fundado por los Naga-Mayas de la India, antes de originarse la civilización egipcia. Los textos bíblicos se interpretarían no como una narración de eventos reales, sinó como lejanos descendientes de los textos sagrados de Mu bajo una forma modificada. Churchward vio en Mu la fuente única de las tradiciones y las creencias de los hombres.

Churchward intentó plasmar aquí todo lo referente a la increíble raza lemuriana (cuna de todas las civilizaciones), la cual se desarrolló durante no miles, sino millones de años y los cuales alcanzaron al igual que los atllantes, un alto grado de desarrollo, no tanto tecnológico, pero sí espiritual y psíquico.

Describia a los lemurianos como la "raza del tercer origen" que habitó la tierra, así como el modo de vida, sus enseñanzas y cómo han contribuido enormemente en el desarrollo de la actual humanidad.. Ellos eran seres con un tercer ojo que les daba poderes psíquicos y les permetia funcionar sin cerebro. Origináriamente "bisexuales". Gran parte de la civilización lemuriana vivió en casas sin techo. Libres del estrés y las enfermedades vivian centenares de años, desarrollando sus especiales habilidades durante casi 40.000 años de experimentación y practica, durante muchos siglos de evolución los lemurianos ganaron la reputación de poseer telepatia, teleportación y viajes astrales, haciendo los vehículos terrestres innecesarios. Ellos eran sociables y vegetarianos, agricultores, externos, una cultura orgánica que trabajaba en armonia con la naturaleza y la tierra, haciendo un uso menor de la ciencia y la tecnología. Trabajaron en sus propios refugios, ropas, herramientas, comida etc... comunes, sin proyectar negatividad hacia los demás.

El clima en Lemuria era en cierto modo tropical, pero el sol hacía estragos entre sus gentes, de tal modo que trabajaban más que todo al amanecer cuando el astro rey aùn no azotaba con toda su intensidad y luego al atardecer cuando el mismo se iba ocultando. Por esta razón, el color de la piel de los habitantes de Lemuria era un tanto dorado, por el impacto del sol en su epidermis.

Los habitantes en general eran altos, más altos que la actual raza humana (en promedio), blancos, de cabello generalmente largo y con todos nuestros órganos sumado a otro que se encontraba ligeramente encima de donde comienza la nariz, y el cual con el paso del tiempo se fue atrofiando por su falta de uso y actualmente no lo tenemos (científicos han comprobado la existencia hace miles de años de ese órgano en los humanos, pero no saben cuál era su función), la función del mismo era la de permitir la comunicación a distancia (hoy conocida como telepatía) que era muy común entre los lemures y para nada lo encontraban como algo extraordinario ni difícil, ya que era algo que formaba parte de su diario vivir.

En cuanto a su fauna, era muy variada, existían también aves, lemures (de ahí que muchos investigadores creen erróneamente, que los habitantes se parecían mucho a esta especie de mamíferos) y también habitaban entre ellos los dinosaurios!, aunque alejados en las montañas, si causaban terror entre los habitantes de este continente los cuales aprendieron a convivir con ellos.

El continente lemuriano no se hundió todo de una sola vez, sino que pasó por varios cataclismos, los cuales hicieron que muchos de sus habitantes emigraran a distintas zonas del planeta y fundaran ahí civilizaciones. Ellos se trasladaban por agua y por aire. Si bien no poseían el avance tecnológico de los atlantes, sí conocían la forma de trasladarse por aire y por mar, no utilizaban buques a vapor sino que se valían del viento como propulsor de sus naves. Se cree que descubrieron una extraña roca de origen volcánico que tenía la propiedad de influir en el agua pues cuando se colocaba una de estas piedras en una gran masa de agua, esta impelía al líquido en determinada dirección facilitando de este modo el viaje a través del agua. Su alimentación era básicamente de verduras y frutas.

Los lemurianos eran sumamente espirituales, psíquicos (si cabe esa palabra en esa época) y tenían un concepto de Dios muy elevado, lo consideraban un Padre y Arquitecto de todo lo creado. Creían o mejor dicho sabían de la existencia de la reencarnación y la muerte no era para ellos algo más que un paso de "etapa" en la continua existencia del alma. Tanto era así, que ellos tenían la facultad (al igual que algunas tribus hoy día todavía la conservan) de escoger el día y momento de su muerte!, es decir, ellos preparaban todo antes de su transición y una vez teniendo todo arreglado, se colocaban en una posición particular y daban su último suspiro, así de sencillo era morir para ellos y era algo perfectamente natural, cuando consideraban que ya su misión en esta etapa de su existencia había concluido, entonces daban ese paso. (2da aclaración: en relación a la "elección" del momento de la muerte, esto es particularmente visible en el modo en que influyen las emociones sobre el sistema nervioso, lo cual está científicamente probado, y además está estadísticamente anotado que por ejemplo, muchos chinos de gran edad mueren el día después del año nuevo chino a pesar de su diagnóstico ser para días antes. Esto cobra significación si también notamos la importancia fundamental de esa cultura hacia este evento y la expresa voluntad de estas personas que luego fallecieron en llegar al año nuevo.)

Un aspecto curioso de la sociedad de los lemurianos era el referente al casamiento. Cuando una pareja deseaba casarse, se llamaban a los padres de ambos y se les pedía su consentimiento, una vez daban el mismo, entonces se ponía a la pareja a una prueba: Ambos eran despojados de todas sus ropas, utensilios, etc. en fin, de todo y eran internados en el bosque sin nada y ahí deberían permanecer por dos meses!, tiempo durante el cual el hombre debía de proveer de alimento, ropa, techo y cuidado a la mujer, mientras que ella debía actuar como una verdadera compañera y apoyarlo en todo lo que estuviera a su alcance. Pasados los dos meses, ambos volvían y si alguna de las dos partes tenía alguna queja o no estaba satisfecha con el papel desempeñado por el otro, entonces no se realizaba la boda y no sólo eso, sino que jamás se podrían casar ninguno de los dos, ni entre ellos ni con nadie más, por lo que al momento de decidir casarse debían estar bien preparados y su amor debía ser muy fuerte para superar estas pruebas y regresar con ánimos para casarse y sin reproches. (Aclaración: rituales similares son practicados hoy en día por sociedades como las indígenas de las islas del pacífico).

3 - THE SACRED SYMBOLS OF MU

« La extraña y verdadera historia de los orígenes ocultos de las antiguas y modernas religiones ». En este tercer libro de la serie, comparando el orígen y significados de los mitos y leyendas, símbolos, religiones, tradiciones e inscripciones de las civilizaciones alrededor del mundo, incluyendo la moderna, antiguas y extintas, Churchward presenta abundantes evidencias que conectan en Mu, la tierra madre, como la fuenta comun o legado de todas ellas. Todas las religiones se inspiran en las escrituras sagradas de Mu. Osiris (que vivió 20,000 DC) y Jesus enseñaron de forma idéntica la misma religión. Moises condensó las 42 preguntas de la religion de Osiris en los 10 mandamientos.

4 - COSMIC FORCES OF MU, Volume 1

En el cuerto libro con más de 60 tablas y diagramas, Churchward expone las ciencias naturales que fueron enseñadas en Mu, las cuales son el orígen de muchas de las teorías que enseña la ciencia moderna, las leyes universales y poderes que han creado el Universo y la tierra, incluso explica ciertas anomalías que la ciencia actual no puede resolver y los lemurianos si, concluyendo que existe una fuerza universal que lo gobierna todo, revela que la evolución biológica es un mito, esa fuerza universal es la que cambia la posición de los cuerpos y a veces al cuerpo mismo, ningun ser o cosa, aunque sea infinitesimalmente pequeña o ponderosamente grande puede evolucionar sin la ayuda de esa fuerza. Todas las fuerzas conocidas por « atómicas » son solo secundarias, gobernadas por una fuerza superior que mueve los átomos. Churchward explora las fuerzas cósmicas y la ordenada procesión de poderes que han creado el Universo, la tierra y que los iran transformando y cambiando perpetuamente. Toda enfermedad puede ser curada con los apropiados rayos solares, que las temperaturas de la tierra y las estaciones han sido fijadas inalterablemente y que la tierra no puede perderse en el espacio o ahogarse en el Sol.

5 - COSMIC FORCES OF MU, Volume 2,

Este volumen Churchward continua exponiendo sus conclusiones sobre los ancianos documentos y legado presente de Mu, revisando teorias sobre la edad de la tierra, la naturaleza de las montañas y los procesos volcánicos, la Edad de Hielo y el Diluvio Universal. Explica el nacimiento de la tierra de acuerdo con las fuerzas cósmicas de Mu. La tierra es solo una pequeña rama de un inmenso árbol. No obtiene sus fuerzas del cosmos, se las proporciona el Sol y las manipula. Las Leyes Universales trabajan como fuerzas geológicas en la Tierra. Su creación e interacción, los grandes cinturones de gas, formaciones montañosas, cambios terrestres. Con más de 75 mapas y diagramas.

En el último capítulo "Omega – La llave abovedada" Churchward se manifiesta sobre el destino de la humanidad. Para él, el hombre apareció en Mu en la era terciaria, teoría poco compatible con los datos paleontologicos que Churchward explica con el argumento que "el Hombre era una creación especial y no la obra de la Naturaleza. Apareció perfectamente desarrollado ; sólo le faltaba la educación física y mental." Dicho de otro modo, el Hombre no "desciende" del mono según la fórmula consagrada, fue creado dotado de todas sus características actuales. El Hombre, a diferencia de todos ls animales, esta provisto de un alma que le permitirá reinar sobre la tierra, y cuando sea lo suficientemente sabio se elevara a la divinidad. Ese es su destino último ordenado por la ley divina (decepcionante conclusión marcada por la religiosidad convencional). Los razonamientos de Churchward pueden parecer contradictorios; es bastante curioso ver como este hombre, de cultura científica visiblemente rudimentaria acumula "pruebas irrefutables " y considera en parte la ciencia " oficial " con una arrogancia poco común. Por contra, el lector se queda anonadado al ver como descifra los bajorelieves y jeroglíficos, y los traduce en lenguaje común. A pesar de sus afirmaciones, hasta la fecha los dibujos gravados sobre las tablas de madera de la isla de Pascua no han podido ser interpretadas como una escritura.







-Nosotros debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo-



Mientras seamos capaces de amar solamente a nuestra familia o nación, seremos incapaces de amar a los demás, estamos limitados por los lazos del cariño y de la patria, cuando hayamos roto los lazos de la sangre y nos hayamos afirmando nosotros mismos y nos bastemos, podremos convertirnos en servidores desinteresados de la humanidad, cuando el hombre ha llegado a ese estado, encuentra que ha ganado a todas las familias del mundo, porque todos seran para el sus hermanos, padres, madres, aquienes debe cuidar y ayudar...Todos Somos Uno



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